El lamento de la ninfa

Se dice que los griegos eran curiosos, competitivos y adictos al placer: y lo cierto es que durante dos milenios de historia, fueron la vanguardia del mundo cultural.

La mitología griega está llena de simbología: pues en un intento por explicarlo todo, los griegos creaban historias sorprendentes e incluso fábulas para cada cosa que existe en la naturaleza o que ocurre entre los seres humanos. La importancia de las ninfas de la mitología griega era tal que —cuando en la Ilíada— Zeus convoca a los dioses a la asamblea en el Monte Olimpo, no asisten únicamente los conocidos olímpicos, sino también todas las ninfas y dioses de los ríos.

Estos seres mitológicos siempre han estado rodeados de misterio y magia, por lo que no sorprende que hayan sido fuente de inspiración de artistas a lo largo de la historia. De hecho, las Musas son también ninfas. Su hábitat es la naturaleza, ya sean los bosques o los ríos, los lagos o el mar (en cuyo caso suelen ser representadas como sirenas). En la gran mayoría de las obras de arte aparecen bailando, cantando o seduciendo, pero poseen también un lado oscuro.

P.D.: “Los griegos antiguos” de Edith Hall es un libro que viaja de manera inteligente por la historia, la mitología, la filosofía, la medicina, las guerras y andanzas mil del pueblo griego. El milagro griego —dice textualmente Edith Hall— consistió, precisamente, en poner de manifiesto una serie de “cualidades brillantes, difíciles de identificar en una combinación y una concentración semejantes en otras partes del Mediterráneo o en el Oriente Próximo antiguo”.

El lamento de la ninfa de Claudio Monteverdi

©Úrsula G. Romero

10 comentarios sobre “El lamento de la ninfa

  1. Hay algo que aún me cuesta comprender, es decir, no consigo explicármelo, cuándo fue que el poder de los griegos y de los árabes se vino a niveles tan bajos tras haber ostentado la supremacía intelectual en la historia antigua.
    Buen artículo, Úrsula.

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  2. En las tierras leonesas tenemos a las janas, mujeres hermosas que viven en los arroyos, cuevas y fuentes, siempre cerca del agua, y las leyendas que las acompañan relacionadas con los tesoros que custodian, el hilo de oro de su ovillo para rescatarlas el mozo que sienta su llamada en las noches de luna llena en el solsticio de verano…
    Muy bella la canción que acompaña tu entrada, Úrsula.

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  3. Me ha gustado mucho este post, Úrsula. Por mi condición de marino, mis ninfas fueron siempre las Nereidas. Ellas siempre me han acompañado en mis navegaciones y en mi espacio creativo como elemento de inspiración. Nunca las he visto, pero si puedo decir a ciencia cierta, que las puedo sentir.

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    1. Me ha encantado leer tu comentario, Roberto!
      Las Nereidas simbolizan los aspectos más amables del mar. Esas diosas marinas que, según la leyenda, acudían a socorrer a los navegantes, son fascinantes y aún sin verlas, como tú dices, has podido sentirlas 🙂: ¡Cuántas vivencias no habrá en torno a la vida de un marino!
      Muchísimas gracias. Un placer 🍃🍀

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